Valores y servicios

Nos encanta la satisfacción por el trabajo bien hecho.

Trabajo: nuestra trayectoria se ha construido con trabajo constante: somos inconformistas con los resultados que podrían considerase aparentemente correctos. Siempre nos preguntamos “¿qué más podemos hacer por nuestro cliente?; ¿se puede mejorar esto que hemos hecho?”. Más de 60 años haciéndonos, todos los días, estas mismas preguntas. Miles de clientes y miles de viviendas compradas con ilusión y vendidas con mucha emoción.

Hacer bien nuestro trabajo, por el mero hecho de hacer las cosas bien.

La confianza no se pide: se gana con hechos

Confianza: La confianza no se pide: se gana con hechos y se mantiene con el respaldo del tiempo. Nunca hemos pedido confianza, pero, siempre la hemos ganado. La confianza es difícil de conseguir, porque, primero, hay que entregar un trabajo bien hecho; y después hay que seguir demostrando que -día a día, año a año- Rimontgó no da sorpresas: siempre responde. Un trabajo bien hecho, no sólo nos produce satisfacción a nosotros, sino que es merecedor de la confianza de nuestros clientes. La confianza se merece, o no. Las personas son soberanas a la hora de concederla.

La responsabilidad de un asesoramiento al más alto nivel recae sobre nosotros.

Exigencia: nuestra autoexigencia va más allá, de la que nuestros clientes nos pueden pedir. ¿por qué? Porque la responsabilidad de un asesoramiento al más alto nivel recae sobre nosotros. Somos nosotros los expertos en un mercado concreto y quienes debemos contemplar todos los aspectos relacionados con una operación inmobiliaria específica. Desarrollar nuestro trabajo con la mayor exigencia y dedicación es la única manera de ganar la confianza de nuestros clientes.

… en cada momento personal de su vida y de su familia.

Personalización: cada persona responde a unas necesidades en momentos distintos de su vida. Nuestro trabajo es conocer en detalle las circunstancias, anticipar su posible evolución a lo largo del horizonte temporal previsible y proporcionar una respuesta lo más idónea posible, de acuerdo con sus necesidades y objetivos en cada momento personal de su vida y de su familia.

La anticipación es la garantía a un proceso fluido, sin sorpresas.

Detalle: Una de las razones de nuestro prestigio en este sector es el cuidado por los detalles. Los detalles importan. Nos anticipamos a las circunstancias que, lógicamente, se producirán en el proceso de toda compra o venta. Nuestra experiencia nos permite ir un paso por delante, previendo los problemas y aportando soluciones. El control de todos los detalles -en ocasiones, poco aparentes- es lo que garantiza una relación fluida con nuestros clientes. No hay nada que moleste más a un cliente que las sorpresas. Nosotros las evitamos, nos anticipamos a los problemas, los resolvemos y ofrecemos a cada uno una experiencia personalizada, fluida y sin rozamiento.

... antes, durante y después de haber concluido el encargo.

Tranquilidad: El objetivo de nuestro trabajo es la satisfacción de nuestros clientes, que comprueben, por nuestros hechos, que se encuentran en las mejores manos y que todos estén tranquilos, antes, durante y después de haber concluido el encargo.

Los seguros se contratan para no ser usados nunca.

Seguridad: Desarrollamos nuestro trabajo con todas las garantías jurídicas, económicas y legales, para la total tranquilidad de nuestros clientes. Tenemos un seguro de responsabilidad civil de varios millones de euros que no hemos utilizado nunca en más de 60 años.

Respeto.

Familia: Rimontgó es una empresa familiar fundada en 1959. El respeto al apellido familiar, a su buena reputación, es la primera condición de nuestros actos. La segunda, es un profundo respeto por el ahorro de nuestros clientes, por su ilusión a la hora de comprar, por su motivación a la hora de vender, por el respeto a la Historia, al patrimonio cultural de nuestras ciudades y el valor arquitectónico de sus edificios. Nuestros clientes son familias: nuestro respeto hacia ellas viene arraigado en nuestra forma de trabajar desde hace décadas. La responsabilidad está en nuestras manos.